¿Por qué Colombia?
A diferencia de otros países de habla hispana, que tienen mejor fama, muchas veces lo primero que un migrante colombiano escucha en el exterior son bromas sobre su país en las que les piden cocaína o los asocian con pertenecer a la mafia.
Uno puede dar explicaciones, aprovechar la ocasión para educar acerca de la compleja historia del país y mostrar que la imagen que llega al exterior solo refleja un aspecto de la realidad nacional, desconociendo su riqueza y sus múltiples contrastes.
Pero a pesar de los matices, lo cierto es que la mala imagen se mantiene y los estereotipos siguen presentes en los productos culturales masivos (películas, series, música, etc.), donde el colombiano/a se muestra como traficante, delincuente, asesino y prostituta, por citar algunos ejemplos.
A fuerza de oír mensajes negativos, el migrante colombiano puede llegar a sentir rechazo y vergüenza por su origen. Preguntarse para qué sirve conservar el idioma y la cultura de un país que es mal visto afuera, dando por sentado que los problemas sociales de Colombia son tan grandes que acaparan todo el espacio de lo simbólico.
Sin embargo, cuando nos enteramos de que en algún lugar del mundo un colombiano/a está haciendo algo maravilloso en arte, deporte, ciencia, educación, tecnología, medicina, etc., sentimos orgullo. O cuando algún extranjero nos hace un cumplido sobre nuestra comida, nuestra música, nuestros paisajes o, simplemente nos dice, “tengo un amigo/a colombiano y es buena gente” o “he trabajado con colombiano/as y son buenos en lo que hacen”. Ahí volvemos a sentir orgullo.
En esos momentos, re equilibramos la balanza y le damos espacio a esa otra realidad colombiana que también puede ser luminosa. Porque el mundo no es blanco o negro, sino una gran escala de grises en donde cada uno trata de encontrar su lugar.
En Curuba & Cocuyo creemos que la crianza multicultural debe tratar con respeto e igualdad a las diferentes culturas que coexisten en el hogar. Sin embargo, si los referentes de la cultura colombiana son peyorativos y se minimizan sus aportes considerándolos inferiores a los de la cultura dominante, es poco probable que el proyecto multicultural salga adelante.
Nuestro objetivo es que los padres y madres colombianos en el exterior sientan que es posible hablar de Colombia desde lo positivo y que existen elementos de la cultura que vale la pena transmitirles a sus hijos.
Hacerles descubrir el español, conocer otra gastronomía, otros paisajes, otra música, otra fauna, otro clima, otras costumbres. Elementos que, al final, les ayudarán a tener una visión más amplia del mundo.
No pretendemos tapar el sol con la mano ni negar la realidad del país. Más aún cuando esta pudo ser la razón que motivó la migración. No es ingenuidad ni patriotismo barato.
Simplemente, creemos que es importante re equilibrar la balanza y abrir nuevos espacios. Creemos en la riqueza de la doble herencia. En la cultura que se aprende en casa, en las cocinas, en la lectura, en la música y en los juegos. En las risas de una familia.
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