Bilingüismo a cualquier edad
François Grosjean es un reconocido neurolinguista experto en bilinguismo. Reproducimos la entrevista que le hizo María Inés McCormick en el portal Historias de Mamás en 2017 donde habla de los prinicipales mitos en el aprendizaje de lenguas.
Este artículo fue publicado por primera vez en: http://www.historiasdemamas.com/archivo/crianza/entrevista-francois-grosjean-experto-en-bilinguismo/
María Inés McCormick: ¿Existe una edad ideal para aprender una segunda lengua?
François Grosjean: Existe un mito, según el cual, es imposible ser bilingüe si las dos lenguas no fueron aprendidas en la primera infancia. Ahora se ha demostrado que no hay ningún límite de edad para comenzar a vivir con dos o más lenguas. Es posible convertirse en bilingüe a cualquier momento de la vida: en la infancia, en la adolescencia e, incluso, en la edad adulta.
MIM: ¿Qué factores favorecen el bilingüismo en los niños?
FG: Hay que asegurarse de que el niño siente la necesidad de comunicar, de escuchar o de participar en actividades en la segunda lengua. La exposición a una lengua debe ser consecuente, variada y durante un periodo bastante largo. Es necesario que la familia y los allegados muestren una actitud positiva hacia el idioma y que contribuyan a su aprendizaje. Finalmente, es necesario que la escuela reconozca y aprecie la lengua, así ella misma no la enseñe, ya que esto estimulará al niño para utilizarla y sentirse orgulloso de ella.
MIM: ¿Cuáles son los prejuicios que existen sobre el bilingüismo?
FG: Los mitos que rodean el bilingüismo son numerosos. Por ejemplo, se cree que la persona bilingüe posee un dominio perfecto y equivalente en las dos lenguas, que no tiene acento en ninguna y que todo bilingüe también es bicultural. Y hay más. Para comenzar se cree que el bilingüismo es algo bastante raro cuando, en realidad, se estima que cerca de la mitad de la población mundial, sino más, es bilingüe. Otro mito pretende que el bilingüismo retrasa la adquisición del lenguaje en el niño. Eso es totalmente falso. Las etapas de adquisición del lenguaje son las mismas en el niño monolingüe que en el bilingüe. Junto a ese mito está la creencia de que hay más problemas de lenguaje en los niños bilingües. Una vez más, eso es falso como lo demuestran los trabajos de la psicolingüista canadiense Johanne Paradis. Otro mito dice que mezclar las lenguas bajo la forma de préstamos y alternación de códigos es un signo de pereza. En realidad, esto demuestra más bien una dificultad para encontrar la palabra justa o la buena expresión en una de las lenguas o en las dos en un ambiente bilingüe.
MIM:¿Hay que dominar dos lenguas a la perfección para ser bilingüe?
FG: Se cree que una persona bilingüe debe tener un dominio perfecto y equivalente en sus diferentes lenguas. En realidad, a causa del principio de complementariedad, las lenguas se distribuyen en ámbitos sociales diferentes y en actividades y situaciones diversas lo que hace difícil un dominio total de las dos. De ahí que muchos bilingües dominen mejor una lengua en particular y tengan acento extranjero en la que aprendieron más tarde. El reconocimiento de esta realidad sociolingüística y discursiva ha hecho que los investigadores cambien su definición de bilingüe, la cual ya no se basa esencialmente en la soltura que tenga una persona en las dos lenguas sino en la utilización habitual que haga de ellas en la vida cotidiana.
MIM: ¿Qué estrategia lingüística se debe adoptar en la casa?
FG: Los padres que deciden iniciar a sus hijos de manera precoz en dos idiomas adoptan a menudo una estrategia lingüística. De las que están a disposición, sobresalen tres:
1. La más conocida es la llamada “un padre, una lengua” en la que cada padre le habla una lengua diferente al niño. La ventaja es que el niño recibe un doble bagaje lingüístico desde el comienzo y de manera natural. El gran inconveniente, sin embargo, es que una de las dos lenguas es probablemente minoritaria en la región o el país en el que se vive y, rápidamente, el niño se inclinará por el uso de la lengua más importante, más aún si los padres también son bilingües.
2. La estrategia “una lengua en la casa y otra en el exterior”, parece ser la que funciona mejor, según estudios recientes. Aquí los padres deciden hablarle al niño una sola lengua en la casa (usualmente la minoritaria) y dejan que la segunda lengua (la mayoritaria) sea la de los contactos en el exterior.
3. Algunos padres optan por la estrategia “una lengua primero y luego la otra”, en la que se comienza por la lengua minoritaria con el ánimo de que esta quede bien arraigada y más tarde se introduce la otra.
MIM: Algunos padres dicen que sus hijos comprenden las dos lenguas pero que no tienen ganas de hablar la lengua minoritaria. ¿Cómo se manifiesta en el niño la necesidad de utilizar cada lengua?
FG: Los niños son extremadamente pragmáticos cuando se trata de las lenguas. Si tienen realmente necesidad de dos o más idiomas, se volverán bilingües o multilingües. Si la necesidad desaparece, volverán al monolingüismo. Para ellos, la necesidad lingüística es clara: una lengua sirve para comunicarse con los padres o con los allegados, para participar en actividades con otros niños en el colegio o en el parque, para relacionarse con familiares o personas del barrio, etc. Para desarrollar una lengua, se necesita que el aporte lingüístico sea suficiente, en situaciones diferentes y de parte de personas que juegan un rol importante en la vida del niño: padres, familiares, profesores, amigos, etc. La investigación del profesor P. Kuhl, demostró que para desarrollar las categorías de sonidos de una lengua, el niño necesita que el aporte venga de una persona que interactúe con él y no solamente de una fuente audiovisual (televisión, DVD, grabaciones audio, etc.).
François Grosjean es autor de los aclamados libros Bilingual: Life and Reality (Harvard University Press, 2010) y Parler plusieurs langues: le monde des bilingues (Albin Michel, 2015). Su blog “Life as a bilingual”, puede ser consultado en el sitio de Psychology Today en Estados Unidos.
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